Antes de escribir la entrada en sí, me gustaría darle la enhorabuena a los chic@s del CEIP Juan de Mairena, por su constancia y magnifico comportamiento en las clases extraescolares. Es muy gratificante tener alumn@s así.Como bien diría Joaquín Caparros, los niños y niñas del sur de España tienen una manera diferente de vivir el fútbol. Deb
ido al clima que tiene nuestra tierra, éstos encuentran (o encontraban) cualquier lugar escondido en sus barrios para practicar fútbol, ya en sea algún campo de fútbol, escampado o los mismos bloques de viviendas, donde por lo menos a mí, odiaba ver carteles como el que puedes ver a continuación.Una vez descrita esta situación conocida por todos, me gustaria analizar la causa que ha llevado a los chicos de hoy en día a perder esa tendencia de jugar en la calle.
En primer lugar, una de las causas mas elocuentes de esta perdida, es la proliferación de las nuevas tecnologias, las cuales le han ganado la batalla a la pelota, donde los niñ@s pasan más tiempo con los videojuegos. Este tema, los padres y madres deberían de analizarlo, pues las consecuencias a nivel social y motriz son mayores de las que puedan pensar.
Otra de las causas, y aquí es donde quería llegar, es la perdida de la escuelas de fútbol donde predominaba el juego y la pelota sobre todos los demás componentes fútbolísticos.
Darse un paseo y observar cualquier entrenamiento o partido de cualquier escuela, es ver como el juego táctico predomina sobre el balón. El monitor o entrenador antes de enseñar al chic@ dominar el balón, esta enseñando conceptos tácticos como pueden ser la distribución en el terreno de juego, el repliegue defensivo, etc.
Ahí, es donde creo que esta el error, pues es el niñ@ el que una vez dominado el balón, sea el que baraje diferentes soluciones a la situación presentada. El acierto o el error tiene que ser secundario, pues sea cual sea el resultado, esta vivencia le supondrá un aprendizaje significativo, que es lo verdaderamente válido en estas edades.
Pero claro, esta situación descrita no tiene validez ninguna para aquel monitor o entrenador que tiene como objetivo competir antes que enseñar.
Cierto es, que no son dos conceptos antónimos y que se puede competir enseñando, pero también es cierto, que las escuelas de antaño y el juego alegre de los más pequeños, están desapareciendo poco a poco...
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